Pudiera abordar más sobre los conceptos que definen a un
profesor inspirador, pero los compañeros han dado significativas opiniones que pueden
concluirse en estas tres frases expuestas por Álvaro González-Alorda:
1.
Experimenta:
“Innovar en el aprendizaje usando las tecnologías como herramientas”.
2.
Conversa:
“El método de mentoring y el modelo de alumni
como factores claves”.
3.
Integridad:
“Sin integridad
el profesor se convierte en un charlatán”.
Pero considero que como refiere Warren Buffett: “Cuando contrato personas busco tres
cualidades: integridad, inteligencia y un alto nivel de energía. Pero si no
tienes la primera, las otras dos pueden matarte”; así considero que la
INTEGRIDAD es lo que realmente define a un profesor o persona cualquiera,
inspirador; por eso les doy mi opinión acerca de las tres características que
considera este expositor, sobre cómo retener la integridad, aun cuando
inevitablemente se pierde:
1.
Pedir
perdón: ya que, como docentes y humanos en sí, nos vemos envueltos en un
sinnúmero de situaciones que nos conlleva a ofender, a cometer errores y faltas
que no podemos controlar muchas veces; por lo que el perdón se convierte en el
arma más poderosa para que los alumnos y colegas puedan volver a depositar su
confianza en nosotros y así facilitar la construcción de sus conocimientos y
valores.
2.
Cumplir
compromisos: debemos tener la responsabilidad y carácter para cumplir con
los compromisos que tenemos. Y sobre responsabilidad me refiero a tener las
planificaciones al día, cumplir con el programa de clases otorgado por el
ministerio, ser puntual, etc.; y cuando me digo carácter, es sobre la capacidad
de cumplir con un propósito por encima de las dificultades e inconvenientes que
se presenten. Por ejemplo, no puedo pedir a los alumnos que lleguen temprano,
si llego tarde; o mejor, no puedo pedir a los estudiantes cambiar algo si yo no
lo he hecho.
3.
Decir la
verdad: como docentes, siempre tendremos la inclinación a que esa
integridad e inspiración que reflejamos se nos quebraje, como se refleja en la
frase: “Si
alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra” (Juan 8:7b); por lo
tanto, es solo con la verdad que podemos crear bases sólidas de confianza de
los estudiantes hacia los profesores. Decir una mentira para salir de un apuro,
nos esclaviza a tener que repetirla y estar sujetos a algo que no es real, pues
la mentira, aunque suene extraño, no existe porque esta fundada en hechos
imaginarios y ficticios, mientras que la verdad en hechos concretos y
comprobables.
Gracias, y que Dios me los bendiga.
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