1.1
Educación y Valores.
La Educación
Es el proceso de facilitar
el aprendizaje o la adquisición de conocimientos, habilidades, valores, creencias y hábitos de un grupo
de personas que los transfieren a otras personas, a través de la narración de
cuentos, la discusión, la enseñanza, la formación o la investigación. La
educación no solo se produce a través de la palabra, pues además está presente en todas
nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Generalmente, la educación se
lleva a cabo bajo la dirección de los educadores (profesores o maestros), pero los
estudiantes también pueden educarse a sí mismos en un proceso llamado
aprendizaje autodidacta. Cualquier experiencia que tenga
un efecto formativo en la forma en que uno piensa, siente o actúa puede
considerarse educativa. El estudio de la
educación se denomina pedagogía, ahora se habla de la necesidad de continuar con los
procesos educativos más allá de la educación formal.
El derecho a la educación ha
sido reconocido por muchos gobiernos. A nivel global, el artículo 13 del “Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,” de
1966, de las Naciones Unidas reconoce
el derecho de toda persona a la educación. Aunque en la mayoría de los lugares,
hasta una cierta edad, la educación sea obligatoria,
a veces la asistencia a la escuela no lo es, y una minoría de los padres eligen
la escolarización en casa, a
veces, con la ayuda de la educación en línea.
Los Valores
Los
valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en
función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos
ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un
comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.
Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o
colectivas. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.
Los
valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y
aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por
ejemplo, aunque seamos injustos, la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo
ocurre con el bienestar o la felicidad.
Existe
intensa investigación sobre los resultados de
inculcar valores a nivel de aula, si bien algunos teóricos en el tema sostienen
que se necesita trabajar profundamente en la estimación de dichos productos de
estudio. Una primera aproximación a la educación en valores refiere a ésta como
el proceso en el que los jóvenes se inician en el conocimiento de las reglas
necesarias para aprender a relacionarse con otras personas a través de la
conceptualización curricular. Del mismo modo, mediante la educación moral de
los individuos, se apela a investigar el concepto de educación para la ciudadanía.
1.2 Personalidad del docente.
La personalidad del docente, quien con su conocimiento, experiencia,
talento y actitudes puede proveer el estímulo para una buena experiencia de
aprendizaje, es un elemento vital durante el comienzo del proceso indispensable
de internalizar actitudes y comportamientos que se requieren para vivir en
sociedad. Sin personalidad, el profesor se convierte en una máquina repetitiva,
perdiendo su verdadero espíritu y significado, perdiendo la posibilidad de
promover esa fuerte relación docente-alumno, que como dice Jaques Delors: “Es la esencia del proceso pedagógico”.
Los adolescentes, especialmente, necesitan de la concreción de un modelo de
persona que para ellos signifique un paradigma
del tipo profesional que quieren ser, es por
eso que los procesos de identificación con el docente como modelo personal
y profesional son especialmente importantes para los alumnos ingresantes de
cualquier carrera y Universidad. El psicólogo estadounidense, Carl Rogers,
plantea que, en primera instancia, el docente debe ser una persona auténtica, actuar con naturalidad y
promover una relación honesta con sus estudiantes. Debe permitirse
entusiasmarse, aburrirse, enojarse, ser sensible entre otras.
Actitudes
a.
Optimista
b.
Perseverante
c.
Investigador
d.
Reflexivo
e.
Auténtico
f.
Comprensivo
g.
Relacionarse personalmente
Aptitudes
a.
Aprender nuevas tecnologías
b.
Brindar instrucciones personalizadas
c.
Globalizar el salón de clases
d.
Incentivar a los alumnos a producir
contenidos
e.
Digitalizar el aula
1.3 Necesidades fundamentales del maestro
como ser humano.
Las
Necesidades
Se consideran como la falta o carencia de algo.
El ser humano modifica su entorno para dar soluciones a sus necesidades,
creando objetos, herramientas y tareas para mejorar su calidad de vida.
Tipos de
necesidades
a. Biológicas
b. De seguridad
c. De pertenencia
d. De autoestima
e. De autorrealización
El Maestro como ser Humano
Una condición fundamental del buen maestro es
su compromiso con la formación humana. El maestro es primordialmente un ser
humano con cualidades y defectos, con limitaciones y problemas. Debe ser capaz
de expresar y sentir ternura, estar siempre abierto y sensible a las vivencias
afectivas de los alumnos.
El maestro tiene la necesidad de una familia, necesidades
biológicas (comer, vestir, reproducirse), de seguridad (estar protegido dentro
de la sociedad), de pertenencia (disponer de recursos que dignifiquen y
eficienticen su labor, tales como techo propio, transporte, computadora, etc.),
de autoestima (que su existencia sea acogida en la sociedad), de autorrealización
(poder realizarse a sí mismo y volverse más humano).
1.3 Autoestima y Autoimagen
del docente.
La
Autoimagen
Es la valoración que tenemos en relación con
nosotros mismos. Esta imagen manipula nuestra personalidad, comportamientos y
es responsable de todo lo que somos en cada, momento de nuestra vida.
La Autoestima
La autoestima es el valor que el individuo atribuye
a su persona y a sus capacidades. Es una forma de pensar positivamente, una
motivación para experimentar diferentes perspectivas de la vida, de enfrentar
retos, de sentir y actuar qué implica que nosotros nos aceptemos, respetemos,
confiemos y creamos en nosotros mismos. La autoestima presenta dos dimensiones,
uno de ellas es el concepto propio, el cual es la idea que tenemos acerca de
quienes somos o cual va a ser nuestra identidad, y la fabricamos mediante la
conducta que desarrollamos. Y por otro lado tenemos el amor propio, es el
significado más directo de la palabra auto (sí mismo/a) estima (amor, aprecio).
Quererse a sí mismo, ni es egoísmo, ni es enfermizo; es un sentimiento fundamental.
El docente debe tener un autoconocimiento de sus
fortalezas y debilidades. Transformar estas últimas de tal manera que no afecte
su autoestima, darse a respetar, a ser reconocido como un actor importante en
la educación, comprometerse en proporcionar conocimiento acorde los cambios a
las necesidades del presente. La autoestima se refiere a la necesidad de
respeto y confianza en sí mismo.
La necesidad de la autoestima es básica, todos
tenemos el deseo de ser aceptados y valorados por los demás. Satisfacer esta
necesidad de autoestima hace que las personas se vuelvan más seguras de sí
mismas. El no poder tener reconocimiento por los propios logros, puede llevar a
sentirse inferior o un fracasado.
Un docente con baja autoestima no actúa en las
mejores condiciones para la formación de sus alumnos, ni para su propio
desarrollo profesional. Concretamente, la baja autoestima docente parece actuar
como fuente generadora de dificultades de aprendizaje del propio profesor,
relacionadas con su propio desarrollo profesional y la práctica de la
enseñanza. De un modo especial incide en aquellas actuaciones didácticas
potencialmente favorecedoras de la motivación y la creatividad de sus alumnos,
así como de su propia motivación y creatividad, lo cual puede cerrar el bucle
en el que transcurre su vida profesional cotidiana.
La escuela es un espacio de socialización y
convivencia entre personas de diversas generaciones y procedencias, por esa
razón, los docentes necesitamos aprender a observar e identificar lo que
caracteriza al plantel en el que laboramos. Descubrir cuál es la cultura
escolar predominante, pues es precisamente esa socialización la que genera
aprendizajes que se arraigan y, no siempre guardan relación con todo lo que
desde el currículo formal se propone lograr con nuestros estudiantes.
La autoestima y la autoimagen en el docente son muy
importantes ya que de la imagen y seguridad que proyecta hacia sus alumnos
dependerá la calidad del proceso de aprendizaje en ellos. Es bien sabido que la
autoestima y la autoimagen en cualquier persona es la forma en cómo se ve a sí
mismo, entonces imaginen lo que un docente con una autoestima positiva puede
promover en sus alumnos, es decir, el alumno se sentirá atraído para conseguir
y desarrollar actitudes de éxito y competencias para enfrentar la vida.
Comentarios
Publicar un comentario