1. ¿Por qué es
importante el estudio del desarrollo humano para su profesión docente?
Porque, en consideración propia, cada docente
debe conocer los retos e intereses biológicos, psicosociales y cognoscitivos
que los estudiantes presentan en cada etapa, nivel o grado en su desarrollo
como individuo; considerando su edad, herencia o ambiente en el que crece. El
maestro que conoce de todo esto, se hace más eficiente y significativo en la
construcción de conocimientos, actitudes y valores que requiere un diseño
curricular basado en competencias.
2.
Ante los prejuicios, ¿cuál
debe ser la posición del docente y de qué manera esto influye en su labor?
Los prejuicios es un mal inherente del ser
humano a través de todas las civilizaciones y culturas del mundo. Con más
énfasis en los niños (tomando como ejemplo el bullying), la discriminación
por asunto de raza, color, posición social o dificultades físicas es una
situación que se vive a diario en las escuelas, en todo el mundo.
Pero el docente tiene como responsabilidad que
se respete la dignidad humana de cada alumno, debe contribuir a resaltar las
virtudes de aquellos estudiantes que son marginados por alguna razón u otra
para que sus compañeros los valoren y respeten; trazando limites bien marcados
de derechos y deberes en las relaciones interpersonales de los alumnos.
Asumiendo esta posición, el docente consigue
que los estudiantes le valoren como persona ejemplar, digna de admirar y
seguir; contribuyendo a la disposición de los alumnos a aprender y
desarrollarse favorablemente. Además, el maestro que muestra estas actitudes
hacia los prejuicios, gana admiración de su compañeros y colegas de centro, de
los padres y comunitarios, pero sobre todo, se apega tanto a la declaración que
los derechos humanos exige, el currículo que el Ministerio de Educación propone
que se aplique, como a lo que el mismo Dios espera de cada docente en esta
profesión.
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